La edificación de un dolmen constituía una obra titánica, pues precisaba la participación de cientos de hombres durante mucho tiempo. Cada losa podía llegar a pesar 100 toneladas, que en unas ocasiones se extraían de una cantera vecina y en otras, eran transportadas desde lugares muy lejanos. Por ejemplo, las losas graníticas del llamado Dolmen del Soto de Huelva, que pesan unas 40 toneladas, fueron acarreadas desde una cantera situada a más de 35 kilómetros de esta localidad onubense.
lunes, 22 de abril de 2013
dolmenes
La edificación de un dolmen constituía una obra titánica, pues precisaba la participación de cientos de hombres durante mucho tiempo. Cada losa podía llegar a pesar 100 toneladas, que en unas ocasiones se extraían de una cantera vecina y en otras, eran transportadas desde lugares muy lejanos. Por ejemplo, las losas graníticas del llamado Dolmen del Soto de Huelva, que pesan unas 40 toneladas, fueron acarreadas desde una cantera situada a más de 35 kilómetros de esta localidad onubense.
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